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Mostrando entradas de mayo, 2012

CON SU PERMISO, PERO LUEGO DE UN AÑO: NO HAGO SINO EXTRAÑAR.

Hace 11 meses escribí unas palabras que definían mis añoranzas ante la ausencia de mi padre. Hoy al estar por cumplirse los primeros 12 meses de su partida, leo y releo mi propia expresión y encuentro que el tiempo paralizado me devuelve la misma soledad, la misma expectativa, los mismos sentimientos arropando mi alma. Pareciera que no ha pasado el tiempo, pero irremediablemente si lo ha hecho brindándome el regalo de tu pluma, permitiendo que se escape la cercanía familiar que tu soñaste y haciéndonos revisar errores y desaciertos. Sin embargo, la presencia sentida de tu compañía sigue a mi lado, silenciosamente. En conclusión sigo extrañándote.  No se si pasará, no se si se trasmutará, no se si la bruma en mi cabeza te llevará algún día, pero estas aquí en mi corazón, hoy y mañana. Estas en mis ojos como esas luces que al cerrar los parpados semejan hilos o relámpagos que aparecen solo un instante. Estas en mi propia voz al darle la bendición a los muchachos. Todavía no encuentr

DÍA DE LAS MADRES: HUELLAS Y SONIDOS QUE TEJEN RECUERDOS.

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Había una vez un rey, había una vez un rey, muriendo de tristeza, por no poder tener los besos y el querer de una linda princesa  y un lindo ruiseñor y un lindo ruiseñor que todas las mañanas; cantaba una canción cantaba una canción al pie de su ventana. Ruiseñor, ruiseñor de mi amor, que vienes cada mañana hasta el pie de mi ventana a alegrar mi corazón; ruiseñor, ruiseñor de mi amor anda y dile que la quiero que por ella yo me muerto que es mi única ilusión. Una voz y un recuerdo  impreso en mi alma. La voz de mi madre joven y alegre, limpiando y haciendo mil tareas en fin de semana. Haciendo de la noche día en el poco tiempo que le dejaba su trabajo. Una voz que me acompaña a dormir en mi niñez. Una voz que me lee el Doctor Zhivago alimentando la pasión que hoy vuelta ímpetu llena mi vida. Una voz que emulando a Sarita Montiel da vida a la Violetera o al Último Cuplé. Una voz atrapada en el tiempo. Una mano que me llevo a conocer el mar, que a pasar de los