Celebrando los cincuenta y cinco.

Se dice muy fácil y hasta es posible preguntar que se celebra en este caso: más arrugas, más kilos, más achaques. Sin embargo, en esa circunstancia cada surco representa un recuerdo que se apila en el alma, donde conviven la felicidad perdida, la encontrada y hasta la reencontrada. Allí, las imágenes de seres queridos gravitan no asumiendo distancia entre la presencia y la ausencia y los recuerdos se instalan como referentes del hacer y el decir.
¿Por qué este momento se vuelve trascendente en mi caso? Una larga carrera de más de treinta años en pos de la formación de una familia y la consolidación profesional han señalado un camino recto y sin atajos para mí. Todo ello, tejió distancia entre amores, calores, amigos y, es solo ahora, que comienzo a destejer la trama. Urdimbre que no fue impenetrable y a la que accedieron mis hijas y mi nieta, mi hogar y mi trabajo pero que gobernaba mis días, mis noches y mis madrugadas.
Es por esta razón que hoy al celebrar mis cincuenta y cinco, celebro mis treinta, mis cuarenta, mis cincuenta. Aclamo mis aciertos y mis errores, mis aprendizajes y mis enseñanzas, mis ganancias y mis perdidas. Festividad que hago al comenzar a compartir, cosa que nunca me permití, ante la urgencia de logros y éxitos por alcanzar en lo personal, lo profesional y lo académico.
Por supuesto, este es un proceso de transformación que no es aséptico, contrariamente es una batalla en donde la cordura y la locura se enfrentan, los miedos y las certezas se desafían, la obligación y la libertad se ven la cara. Para hablar de este proceso, me voy a tomar la libertad de citar un texto encontrado en un magnífico blog (que recomiendo ampliamente). Allí, la brillante escritora, abogada, fotografa y creo, mi joven amiga Aglaia Berlutti en su Aglaworld señala: El cambio asusta, pero donde hay miedo hay poder. En este momento, La mujer comienza su descenso: Se destronan reyes, se vaga sin rumbo, se buscan los pedazos perdidos de sí misma, se encuentra con la sombra femenina, El descenso no puede ser apresurado porque es un viaje sagrado, no sólo para reivindicar las partes perdidas de una misma, sino también para redescubrir el alma perdida de la cultura – reclamar a la Diosa-.
Reclamo que asumo como derecho, como dividendo que resulta de caídas y progresos, concesiones y sublevaciones, afrentas y reivindicaciones de una vida vivida, sentida y amada. El tiempo dirá su parte en esta historia, yo entretanto celebro mi vida, mi ser, mis amores, mis amigos, mi tiempo, mi espacio y el recuerdo que puedo dejar en el camino.
¿Planes? Muchos. Una nieta y los que vengan para abrir cada día más el corazón. Mis hijos acompañándoles en busca de la felicidad. El compañero que está a mi lado tratando de lograr un equilibrio. Mis viejos, mis hermanos, mis sobrinos, mis ahijados y sus hijos, atesorando los momentos, los encuentros. Mis libros y los que vengan llenando mi alma. Mis amigos viejos y nuevos quienes permiten conectarme con la tierra. La juventud que me rodea representada en mis alumnas y mis queridos fotógrafos, siendo ellos los que permitiendo esa intromisión en sus haceres me mantienen prendida a lo nuevo y presta a asumir retos. Mi país, aferrada a la esperanza que recuperemos la dignidad perdida. El mundo, asumiendo que espera por mí. Mis niños, rogando por tener fuerzas y tiempo para sembrar una forma diferente de verlos y hacer para ellos.

Comentarios

  1. ¡¡Guao y reguao!!... me maravillas cada vez mas, realmente te felicito y me contenta compartir tus espacios...

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  2. Comai, Gracias por leerme. Al igual que usted apenas estamos empezando. Seguiremos ahora con la serenidad de saber en que nos equivocamos y que son muchas mas las cosas en que acertamos. Besos.

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  3. Como Janisse, estoy impresionada. Que manera de sentir y decir. Estoy orgullosa de ti!

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  4. Gracias comai. El tiempo y la reflexión traen muchas cosas buenas. De repente todo lo vivido sirve para que suelte esa pluma y ese corazón. Besos.

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  5. Me dejas sin palabras, me conmoviste, me gustaría tener las herramientas para expresarte lo que me hiciste sentir, te amo, un besote

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  6. Ayy hija que quieres que te diga. Ustedes son mi inspiración y mi fuerza.

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  7. Mi Dios Teté quisiera tener la inspiración que alcance a expresar en palabras lo conmovida que estoy con esta obra tuya......
    El éxito ya lo tienes, mi valiosa y profunda escritora!! Te quiero amiga.

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  8. Bella e inolvidable amiga. Gracias por tomarte un momento para compartir conmigo estas loqueras. Besos.

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  9. Felicitaciones!!! No por la celebración de los cincuenta y cinco; te felicito por la valentía de expresar lo que sientes, por las ganas de de amar, de celebrar tus aciertos y desaciertos, por vivir a plenitud, con pasión, con entrega, dándo el alma en lo que haces, lo que escribes y lo que vives. Felicitaciones!!

    Hermoso Escrito, lleno de ti...

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  10. Gracias mi cuña. Espero que sigamos compartiendo por esta vía también.

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